La trata de seres humanos es un problema de ámbito global considerado como la esclavitud contemporánea del siglo XXI, pues atenta gravemente contra los derechos humanos, pero cuando las víctimas son menores de edad o mujeres pobres el fenómeno revierte de una especial relevancia, es un quebrantamiento aún mayor, ya que implica necesariamente abuso de poder y aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad.