Las catástrofes y los desastres son acontecimientos traumáticos que producen graves consecuencias físicas, psicológicas y sociales en las poblaciones afectadas, provocan importantes destrucciones materiales y un elevado número de pérdidas humanas. Las emergencias son situaciones que ocurren diariamente (accidentes de tráfico, incendio de una vivienda, etc.) donde los recursos operativos locales son suficientes para hacerles frente. En los desastres (descarrilamiento de un tren, accidente de un avión…) los daños tienen mayor magnitud, hay mayor número de heridos y damnificados, abarcan sectores más amplios de la comunidad y se necesita de una mayor infraestructura para afrontarlos. Una catástrofe (terremoto, inundación, huracán…) es un desastre masivo de mayor extensión que las emergencias y los desastres, pues supone un esfuerzo y coordinación extraordinarios. Su impacto alcanza al sistema social, no sólo a las víctimas, pues la propia estructura de la sociedad se rompe quedando gravemente dañada.