La multiculturalidad es una evidencia, porque la realidad nos muestra la coexistencia, que no convivencia, de distintas culturas, lenguas, costumbres y religiones.

El mediador intercultural acude allí donde hay dos culturas distintas en contacto, y a veces en conflicto. Su objetivo principal es acercar posturas y hacer que las dos partes se entiendan; unir, acercar, diluir tensiones y conseguir que haya una comunicación real entre ambas partes.