La Programación Neurolingüística ofrece técnicas prácticas y sistematizadas para que el interventor, formador, profesor, comunicador o enseñante, logre una transmisión tan exacta, precisa y eficaz, que el 100% de su audiencia o alumnado la reciba tal y como él/ella ha querido exactamente que fuese entendida y absorbida.

En este trabajo se vinculan los aspectos comunicativos, entre otros, de la “programación neurolingüística” (PNL) a las habilidades o estrategias comunicativas del profesional, pretendiendo afirmar que la mejora de las “estrategias comunicativas” de éstos puede ser proporcionada por aspectos perceptivos, metalingüísticos y prácticos que se ofrecen desde el estudio de la PNL. Con ello se da a conocer ciertos recursos que puedan ayudarle u ofrecerle respuestas a ciertas situaciones conflictivas que pueden ocurrir en su intervención profesional (conflictos de toda índole, desde un problema entre alumnos hasta una dificultad de aprendizaje etc.).

Partiendo de que cada persona tiene una forma de recibir, procesar y eliminar información, la PNL pone al servicio los procedimientos, ejercicios y técnicas necesarias para identificar los patrones de pensamiento que siguen las personas en sus mentes. Todos los seres humanos disponemos de un baraje inmenso de capacidades latentes por desarrollar, sólo es preciso ponerlas en juego de la forma adecuada.