En situaciones de crisis o desestructuración familiar, la falta de habilidades sociales o de violencia en la comunicación hace que muchas familias precisen de apoyo y ayuda profesional para salir adelante. Especialmente, la intervención familiar es necesaria ante situaciones de riesgo de maltrato y violencia infantil, violencia dirigida hacia personas mayores, en situación de diferencia étnica y otras situaciones de especial vulnerabilidad.

El profesional de la intervención social en el ámbito familiar es el encargado de llevar a cabo el diseño de las acciones tendentes a restaurar el equilibrio familiar, mediante orientaciones básicas para la organización familiar en sus diferentes niveles, directrices de planificación de la vida familiar, formación en hábitos convivenciales y apoyo en la integración y socialización de todos y cada uno de los miembros de la unidad familiar.