Los conflictos son situaciones en las que dos o más personas entran en desacuerdo. La manera tradicional de resolverlos ha variado a lo largo de la historia, desde la autotutela primigenia, el “tomarse la justicia cada uno por su mano”, hasta llegar a las fórmulas heterocompositivas que todos conocemos, aquellas en las que un tercero (juez o árbitro) juzga y hace ejecutar lo juzgado.

El profesional de la mediación debe contar con habilidades para ayudar a zanjar conflictos, a establecer prioridades y a considerar los diferentes escenarios de las necesidades de las partes implicadas y además debe poseer habilidades de comunicación.

La función principal de quien ejerce la mediación es la de acercar a las partes a un lugar de encuentro para establecer una negociación y ayudarles a encontrar acuerdos positivos.

Este curso de Experto de carácter profesionalizante, faculta en el desarrollo de estas habilidades necesarias y capacita para ejercer como mediador en el ámbito de la sanidad, la discapacidad y la dependencia, ámbitos donde se generan gran cantidad de conflictos.